sábado, 8 de diciembre de 2012

Normas básicas para empezar a educar


Los niños no nacen con un código de normas bajo el brazo que les dicte la forma de comportarse, por ello es importante marcar unos los límites. Estos les protegen y les enseñan a frustrarse, con lo que aprenden que no todo se consigue ni todo se puede hacer porque hay cosas que no son correctas. El aprendizaje de estas reglas pasa necesariamente por la obediencia a una autoridad.
Antes de los 12 meses las normas giran en torno al sueño, la comida, el peligro y el establecimiento de rutinas positivas. Las primeras limitaciones están muy relacionadas con las situaciones de riesgo. En esta etapa se impone una función protectora.
A partir del primer año las características del niño en esta edad son la curiosidad, la tenacidad, el atrevimiento, la actividad y la exigencia.
Hacia el año y medio ya tiene capacidad para entender razonamientos sencillos. Es por lo tanto el momento de explicarles el porqué de las normas.
Desde los 18 meses empieza a conocer y a utilizar el “no”. Responden con una negativa a todo lo que se les dice. Sin embargo no debemos confundir esta actitud con la desobediencia. Está poniendo a prueba su personalidad y ya siente que es alguien independiente. Es necesario, por lo tanto que experimente por sí mismo, pero no sin dejar de inculcarle la obediencia. Ante ello tus mejores actitudes son:
  • Firmeza: lo que se dice, se cumple.
  • Razonamiento: explicarle el porqué. La mejor forma es razonar a través de las consecuencias; pero siempre han de partir de su experiencia.
Inculcar modales
Todo niño está capacitado para adquirir modales y reglas de conducta siempre y cuando sean apropiadas a su edad. Los bebés y niños menores de 18 meses pueden empezar comprendiendo las reglas básicas de la educación. Probablemente no entenderán totalmente lo que les estás enseñando pero puedes empezar llevando a cabo lo siguiente:
  • Ponle ejemplos concretos
Considerar los sentimientos de los demás es la raíz de la buena educación. Puedes explicarle a tu hijo que cuando ayudas, por ejemplo, al vecino a buscar las llaves que se le han perdido, él se sentirá bien y tú también. Muéstrale también lo educadas que son las personas que tenéis alrededor: la cajera en el súper al saludar y dar las gracias. El vendedor de periódicos al decir “buenos días” y hacerle una carantoña, etc. Poco a poco irá empapándose de estos valores sin darse cuenta.
  • Ten en cuenta su carácter
Hay niños que cuando empiezan a balbucear sus primeras palabras disfrutan saludando a todo aquel que pase por su camino, otros por el contrario, son más reacios a mostrarse cariñosos o simplemente son más tímidos. Debes tener presente la personalidad de tu hijo y si no se siente cómodo siendo el centro de atención, quizá exprese su agradecimiento susurrando cabizbajo un gracias. Lo importante es que haya captado el mensaje.
  • En la mesa
Los niños menores de 1 año aún no tienen la habilidad de poner en práctica todas las normas de etiqueta en la mesa. Así que al principio no seas demasiado exigente. Comienza enseñándole una sola norma y repítela a menudo. Por ejemplo: “Cuando comemos lo hacemos sentados a la mesa”. Cuando la haya aprendido introduce nuevas reglas de una en una.

Esperamos que esta pequeña guía sirva de ayuda, sobre todo a los padres primerizos.

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